Uno de los capítulos del libro Mis mentiras favoritas. Edad Media trata sobre la figura de Robin
Hood, el más famoso de los ladrones. En él desentrañaba la leyenda que acompaña
a este personaje de la realidad histórica que conocemos a través de la
documentación. Y como me habéis comentado muchos de vosotros, sorprende conocer
lo alejada que es la visión histórica de la legendaria.
Como complemento perfecto para cerrar la visión
tergiversada de Robin Hood voy a abordar el tratamiento que el cine ha llevado
a cabo durante el siglo XX y XXI. No en vano, hoy día este medio se ha
convertido para muchos en la única manera de aproximarse a la historia. Mal
asunto, viendo la baja veracidad histórica de las producciones, ¿verdad?